Caos, descontrol y violencia en la final de la Copa América

Miami, Florida.- La final de la Copa América entre Colombia y Argentina, programada para las 7:00 p.m. (hora de Colombia) en el Hard Rock Stadium, ha comenzado con inconvenientes fuera del escenario deportivo. Hinchas colombianos, al quedarse sin entradas para el partido, han intentado burlar la seguridad del estadio en Miami, generando caos y la intervención de las autoridades.

Videos virales en redes sociales muestran a varios aficionados escalando las rejas del estadio mientras son abucheados por otros colombianos que adquirieron sus boletos de manera regular. Estos actos de vandalismo han provocado malestar y críticas en redes sociales. Comentarios como “Qué vergüenza, esas personas no representan a los colombianos” y “Van a terminar arrestados y sin ver el partido, todo mal” reflejan la indignación de muchos usuarios.

La venta de boletos para la final también ha sido objeto de críticas, ya que muchos aficionados consideran que Conmebol aprovechó la euforia de los hinchas para elevar los precios. La entrada más económica costaba $1,648 dólares (más de seis millones de pesos colombianos), mientras que la más cara alcanzaba los $11,703 dólares (más de 46 millones de pesos).

Además, Conmebol envió una carta al cónsul de Colombia en Miami, Edgar Monroy, recordando que las autoridades estadounidenses podrían iniciar procesos judiciales contra aquellos involucrados en actos de violencia dentro y fuera del estadio. La carta también menciona que Conmebol podría tomar acciones legales contra los hinchas que perturben el buen orden y desarrollo de los encuentros.

Debido a los incidentes, las puertas del Hard Rock Stadium fueron cerradas momentáneamente. En la semifinal contra Uruguay, se registraron riñas, y aunque no se ha confirmado el número de hinchas implicados, las posibles sanciones están bajo consideración.

Para evitar más conflictos, Conmebol decidió aislar a las familias de los jugadores de Argentina y Colombia en una zona exclusiva, ya que varios futbolistas uruguayos denunciaron que sus seres queridos fueron golpeados tras el juego contra la Tricolor.