Acusan a Demichelis de trabajar con un brujo para controlar a la afición de Monterrey
Martín Demichelis, actual entrenador de los Rayados de Monterrey, vuelve a estar en el ojo del huracán, pero esta vez no por cuestiones tácticas ni de vestidor.
¿Demichelis tiene un brujo?
El periodista Santiago Fourcade soltó una auténtica bomba en RG690 al asegurar que el estratega argentino trabaja con un brujo como operador de los grupos de animación, específicamente con miembros de La Adicción, la barra más influyente del club.
"Demichelis tiene contratado un brujo como operador de los grupos de animación", afirmó Fourcade en su intervención radial. Según el periodista, este supuesto “asesor espiritual” se habría puesto en contacto con líderes de la porra para presionarlos a tomar partido a favor del técnico, en medio del creciente descontento que existe hacia su gestión.
“Sí, todo está muy mal adentro… como con Óliver, que se hizo expulsar para apoyar a su compañero.” afirmó Fourcade
Estas declaraciones sugieren un clima interno tenso, manipulado desde las sombras por influencias que poco tienen que ver con lo futbolístico.
¿Es la primera vez que se le ralaciona a Demichelis con un brujo?
Además, esta no sería la primera vez que Demichelis se ve relacionado con prácticas esotéricas. Durante su paso por River Plate, ya existían acusaciones similares sobre la intervención de un “brujo” para tomar decisiones, influir en resultados o incluso calmar las aguas entre los hinchas.
En un fútbol donde las pasiones y las presiones son extremas, este tipo de historias sacuden al entorno de cualquier equipo.
En Rayados, donde la exigencia es máxima y el entorno suele volverse hostil rápidamente, la supuesta presencia de un operador espiritual para controlar a la afición abre un debate delicado entre la superstición, la manipulación y el liderazgo.
¿Es esta una estrategia desesperada de Demichelis para sostener su proyecto o simplemente un rumor sin fundamentos? Lo cierto es que, con estas declaraciones, el ambiente en Monterrey se ha vuelto aún más caliente… y no precisamente por lo que pasa en la cancha.